jueves, 15 de agosto de 2013

Historia de Nuestra Señora de la Consolación, por Antonio Padial Bailón

LA ANTIGUA HERMANDAD DE NTRA. SRA. DE LA  CONSOLACIÓN:        
su fundación, desaparición, capilla e imagen.


Gran desarrollo tuvo en Granada la devoción a Nuestra Señora de la Consolación, asociada a la Orden Agustina, tanto en sus conventos masculinos, como en los femeninos. También proliferó fuera de esos ámbitos agustinos, como en la ermita de San Juan de Letrán (esta hermandad se mantenía con vida aun hacia 1960); otra hermandad en el convento de la Merced, junto al Arco de Elvira y en el Convento de San Francisco “Casa Grande”. En este trabajo nos vamos a referir a la Hermandad de Nuestra Señora de la Consolación del Convento de San Francisco, la única de ellas, que sepamos, que tenía una actividad penitencial en la Semana Santa de Granada.


Convento de San Francisco. Antigua Capitanía

La hermandad en forma de Esclavitud de Ntra. Sra. de la Consolación, se funda dentro de la hermandad de la Vera Cruz y por hermanos de ella de origen gallego. La fundación se realiza se reafirma mediante una escritura pública[i] firmada el 21 de abril de 1677 por el hermano mayor de la Vera Cruz Juan Gallardo, alguacil de corte de la Real Chancillería, y el mayordomo Juan de Santa María y un grupo de hermanos de la Vera Cruz de origen gallego tales como: Baltasar Gutiérrez, Benito de la Torre, Francisco de Ávila, Gerónimo de Zepes, Mateo Sanager, Francisco Andrés Martínez, Pablo Sánchez del Águila, Bernabé González del Campo, Domingo González de Castro, Domingo de Gude, Juan de Hermo, Juan Torredo, Benito Vázquez, Albertos García, Pablo Lariño, Pedro Piñeiro, Álvaro Rodríguez, Benito de Márquez, Pedro Dirién, Domingo de Otero, Pedro Castañeda, Domingo del Ojo, Benito de Fraga, Andrés Pequeño y Gregorio Trillo.
En ese documento público se dicen como motivos del mismo, que se firmaba “…para bien servir a Dios Ntro Señor y deboción de su bendita madre Ntra Sra de Consolación, que está en la dicha capilla (de la Vera Cruz), tenían inbento de obligarse a sacar a su Divina Magestad (la Virgen) todos los años en el Juebes Santo con la cera y demás gastos que fueran necesarios, incorporada en el sitio y lugar que le pertenece en la procesión de penitencia… que sacan por las calles desta ciudad, cuio título es la procesión de la santa bera cruz y san Juan de Letrán …que lo referido es en beneficio de la Birgen Stma. y aumento de la dicha cofradía an tenido por bien que se aga la dicha obligación por las dichas personas…” y “.…en su obligación sacarán el dicho paso de Nuestra Señora de Consolación en la dicha procesión del Juebes Santo en la tarde, incorporada en la dicha procesión de la Santa Bera Cruz que sale del dicho conbento con la zera que les pareciere según su deboción y si les pareciere hacer qualquier fiesta a Ntra. Sra. qualquier día del año lo an de poder hacer. Y por lo que toca a sacar el dicho paso de nuestra Señora el Juebes Santo en la tarde se ha de poder executar y apremiar con esta escriptura…” y “el dicho hermano maior y mayordomo y hermanos les dieron las gracias a los susodichos por la deboción que manifiestan tener a la dicha Santa Ymagen y se obligan a entregarla a los susodichos el dicho Juebes Santo para que baya en la dicha prozesión y no a otras…”.


Libro de Reglas de la Hermandad de Consolación

De estos párrafos de la escritura se deducen los siguientes conclusiones: 1º) Que los hermanos de origen gallego de la Vera Cruz, con los directivos de esta hermandad, acuerdan dar un culto especial a la imagen de Ntra. Sra. de Consolación, creando el 21 de abril de 1677, una hermandad filial que la procesionaría el Jueves Santo, dentro de la procesión de la Vera Cruz. 2º) Que la imagen era propiedad de la hermandad de la Vera Cruz, que la prestaba a estos hermanos gallegos, para ese culto y procesión. Años después se promueve un pleito entre ambas hermandades sobre la propiedad de la imagen e independencia de la Consolación de su matriz la Vera Cruz. 3º) Que la imagen, en principio, se le venía dando culto, desde años anteriores, en la capilla de la Vera Cruz.  
Unos meses después, el 13 de Julio de 1677, la hermandad de Consolación cuenta con su primer libro de actas, que comienza ese día, siendo su primer hermano mayor el mayordomo de la Vera Cruz, D. Juan de Santa María, mayordomo, Gerónimo de Trillo y secretario Gerónimo González. Sin embargo, no consiguió aprobar su Regla y Constitución por el Provisor y Vicario de la diócesis, hasta el siguiente año de 1678. En el capítulo 20 y último de la Regla se dice, que esta fue hecha y ordenada por los hermanos en el cabildo de 27 de julio de 1678, poco más de un año después de haberse fundado la hermandad[ii]. En 1683 se le añaden a la Regla seis capítulos.
La hermandad va a tratar de buscar desde ese momento cierta independencia de la de la Vera Cruz, incluso, físicamente, se establece en otra capilla colindante, situada en el acceso que tenía la gran capilla de Vera Cruz, desde el interior del templo de San Francisco. Para ello, consigue la cesión de una capilla propiedad de la familia Altamirano. A esta cesión se alude en el citado libro de actas, que comienza con una declaración en la que se manifiesta que la hermandad “se sirve en el Seráfico conbento de nuestro Padre San Francisco, casa grande, de esta ciudad en la capilla de la Santa Bera Cruz y en la que en dicha capilla está incorporada la de Ntra. Sra. de la Consolación…” y continúa: “ de dicha capilla nos hizo donación Dn. Gregorio Altamirano, patrón de dicha capilla, ante dn. Juan de Padilla, escribano del nº de esta ciudad”.
La gran capilla de Vera Cruz estaba situada, ocupando parte de la actual Plaza de los Tiros y del solar del edificio de restaurante “Alhacena de las Monjas”, detrás tenía la casa de los Ballesteros. La capilla de la Vera Cruz, era por sus dimensiones, un verdadero templo adosado al de San Francisco, situándose éste en las, hoy, dependencias del Madoc (antigua Capitanía General). Los claustros del convento, hoy subsistentes, están frente a la Placeta de las Descalzas.

Plano del Convento.Ubicación de la Capilla de Consolación

La capilla de Ntra. Sra. de la Consolación, llevaba la advocación de Santa Ana, y era, como decimos, propiedad de la familia Altamirano y Céspedes-Patiño, “Señor de la Villa de Alhendín y la Malá”, que la cede a la Hermandad de la Consolación en un momento cercano a su fundación, bajo la formalidad de escritura pública. La situación exacta de la capilla la dan varios documentos: la regla 4ª de sus constituciones nos dice “…que es la que Dn Gerónimo Altamirano nos dio para fundar Nuestra Hermandad de Consolación, que llaman de mi Señora Santa Ana, que está en la capilla de nuestra Señora de la Concepción, entrando por ella, la segunda a mano izquierda…”. Esta de la Concepción, estaba a los pies del templo de San Francisco, lindando con la gran capilla de la Vera Cruz, que por ese lugar estaba adosada al templo franciscano.
Por otra parte, en el libro de actas, se dice que la capilla de Consolación  “está arrimada a la capilla de la Bera Cruz”, y en otro documento nos dice[iii], que “…la capilla de la señora Santa Ana (Consolación), que está en la dicha iglesia del Señor San Francisco, que tiene dos puertas de reja, que la una dellas sale a la dicha capilla de la Santa Vera Cruz, y la otra a la de Nuestra Señora de la Concepción…”. De esto deducimos que estuvo a los pies de la Capilla de la Vera Cruz, integrada en ella, con dos puertas de reja, una que salía a la de la Vera Cruz y, otra, que salía a la Capilla de la Concepción. Dicha capilla la había heredado de un antepasado, D. Juan de Cuellar Aranda, veinticuatro que fue de Granada y de Dª. María de Cuellar mujer de Cristóbal de Esquevas y que con ciertos bienes la agregaron al mayorazgo, que fundó Baltasar de Cuellar en virtud de facultad del Emperador Carlos V.
La cesión se hacía con la condición de mantener el título de Santa Ana; de que los propietarios habían de tener llave de ella; que las mejoras se incorporarían a su fábrica; que en su bóveda se enterrarían los hermanos, pero no otras personas, salvo “condecoradas” y con licencia del propietario, so pena de desenterrarlas y multa de 4 ducados; que se habrían de poner de pintura o mármol el escudo y armas de los Altamiranos, sin taparlos nunca. También en los libros de cuentas de la Vera Cruz se refleja, que en esos años, la Consolación paga 55 reales de “propina” a la capilla de la Vera Cruz por salir en su procesión.


1ª página del Libro de Reglas

Parece que pocos años después la hermandad realiza para la Virgen un retablo, pues en una escritura pública que otorga la Hermandad en mayo de 1681, siendo hermano mayor Alonso Blanco de Castro y mayordomo Francisco García, se contrata el dorado del retablo de la Virgen y sus candelabros, que se contrataron por 3450 reales más 50 del “agasajo”. En ella, también se alude a la situación de la capilla, pues dice que la Virgen  “… está en la capilla que tiene salida a la de la Santa Vera Cruz, cuia ermandad sirven los gallegos…”. Esto quiere decir, que se situaba al entrar a la capilla de la Vera Cruz desde la iglesia de San Francisco, concretamente desde la Capilla de la Concepción.
El dorado del retablo, que se contrató con el maestro dorador y estofador Manuel de Villaquirán, estaba terminado el 21 de noviembre de 1681, fecha en que dicho maestro otorgó carta de pago por la cantidad antes citada[iv].
La actividad procesional de la hermandad comenzó, de forma inmediata a su fundación, aunque parece que la hermandad de la Vera Cruz ya sacaba a la Virgen en su procesión, antes de fundarse la hermandad de la Consolación. Así, en 1678, solicita licencia al Provisor y Vicario General, para pedir limosnas para hacer unas andas procesionales y para dorar el retablo.
La Virgen de Consolación, no era una imagen de Dolorosa, sino de gloria. En Semana Santa se le quitaba el Niño, y se la vestía con saya y manto de color negro  para la procesión del Jueves Santo. No era la única, la Virgen de la Encarnación, titular de la Cofradía de los negros y mulatos, que también era una imagen letífica, se la vestiría de Dolorosa, para su procesión de penitencia.


Retablo de Ntra Sra. de Consolación

Por un acta del cabildo de 30 de marzo de 1687, sabemos que las horquillas que llevaban el paso de Dolorosa de la Virgen de Consolación se repartían entre los hermanos por medio de subasta. Las andas procesionales eran sencillas, pues sólo contaban con cuatro horquillas, que se subastaron por la elevada cantidad de 150 reales, y un palio, de los llamados de respeto, cuyas ocho varas, también se subastaron en menor cantidad (30 y 40 reales). De la misma manera, se subastaban los dos ciriales que acompañaban a la Virgen en 40 reales. También poseía la hermandad 72 hachas de cera, guardadas en arca especial, que se utilizarían para la procesión.  El mayordomo rendía cuentas el Domingo de Cuasimodo, el siguiente al de Resurrección.

En el capítulo cuarto de su Regla se determinaba que la fiesta o función de Ntra. Sra. de la Consolación se haría con toda solemnidad el primer domingo del mes de julio con misa cantada, diáconos, sermón, procesión y música. También en el mes de noviembre se debía de decir una misa solemne “…por los hermanos difuntos con su túmulo, lo más inmediato que se pudiere a nuestra capilla...”. La hermandad contaba con otras 30 hachas de cera para acompañar a los entierros de hermanos difuntos, guardadas en una segunda arca.
Hasta ahora, no sabíamos que había sucedido con la hermandad de Ntra. Sra. de la Consolación, ni si había traspasado los umbrales del siglo XIX, pero la existencia de unos documentos en el archivo arzobispal nos confirman que dicha hermandad llegó a tener vida, al menos, hasta 1832,  y, seguramente, algunos años después. Su procesión de penitencia en la Semana Santa, probablemente, hacía décadas que no la realizaba, encontrándose separada, como en cierto modo pretendían desde antiguo, de su matriz la Hermandad de la Vera Cruz.
También sabemos ahora, que la hermandad abandonó con su imagen la capilla del convento de San Francisco, antes de la desamortización y exclaustración de sus frailes, pues la encontramos en la iglesia de San Matías en 1814, y con toda probabilidad, desde 1810, año en que se demolió la iglesia y la capilla de la Vera Cruz por las tropas de Napoleón, para utilizar sus sillares como cantera para otras obras de la ciudad.


San Matías. Donde hoy se venera Ntra. Sra. de Consolación

Por las penosas vicisitudes que había pasado la hermandad de los gallegos, en el libro de cargo y data de la cofradía se dice, que en 1814 la hermandad contaba sólo con 27 hermanos, siendo, por sus apellidos, la mayor parte de origen gallego, como Batallán, Doval, Do Campo, Blanco, Nepueira…etc.
Parece que la actividad cultual se mantenía con un octavario a las ánimas y una función religiosa a la Virgen “con música de tambor y pito” o de la Capilla Real, cantores, colgaduras, juncia del campo para el suelo y adorno de las gradas, donde se haría el altar de cultos, y profusión de cera y, asimismo, procesión, probablemente el día de la función. Hacia 1827, tal vez en recuerdo de su antigua actividad penitencial, hay en el libro un gasto de cera de seis cirios que se pusieron a la Virgen el Jueves y Viernes Santos. También, ese año de 1827, siendo mayordomo José Cazorla, se hacen gastos en una peluca nueva para la Virgen y se arreglan sus las pulseras, el rostrillo y “de limpiar y gobernar el corazón”, probablemente de plata, que se le pondría en el pecho. También se mantenía la procesión (parece que no se celebraba en Semana Santa) pues hay gastos anotados de llevar y traer las andas y horquillas.
En 1829, puede que la hermandad tuviera dificultades económicas, ya que se da autorización al mayordomo para que venda todos los vestidos de la Virgen y del Niño “exceptuando solamente los cuatro vestidos enteros, el uno de “galu”, otro morado, otro de terciopelo negro con franja de plata (seguramente el que le ponían en Semana Santa), y el que tiene puesto. Y otros tantos para el Niño y los dos rostrillos y que dichos bienes están en casa de los mayordomos”.
En la pieza 22 del legajo citado, existen documentos de la hermandad hasta el año 1832 en que era mayordomo Antonio San Martín, así como, diversas cartas de pago del “censo de la abuela” por una casa que poseía la hermandad en la Calle de la Cerrajería y un requerimiento del comisario de apremios al mayordomo “Antonio San Martín, mayordomo de la Hermandad de los Gallegos, antes de Consolación en San Francisco y ahora en San Matías, para que pague 124 reales por el censo de la Abuela que debe por fin de 1832 y los costos, de la casa nº 30 manzana 565 que hace esquina calle de Benamar en el Zacatín”.


Ntra. Sra. de Consolación en San Matías

De todo ello se deduce la difícil situación por la que atravesaba la hermandad en los años treinta del siglo XIX, que, probablemente, marcará su fin. Sin embargo, la Virgen de Consolación seguiría teniendo devoción en San Matías hasta hace pocas décadas. En 1853 se funda una asociación de señoras llamada Corte de María, que acudía cada día del mes a tributar culto a diversas imágenes de la Virgen, correspondiendo a la Virgen de Consolación en San Matías, el día 18 de cada mes. De esta asociación devota tengo referencia de sus últimas actuaciones de culto a la Virgen de Consolación en 1942, probablemente haya perdurado algunos años más. En 1899, una señora llamada Dª. Angustias Núñez de Hurtado, según inscripción en el cristal de la hornacina del retablo de la Virgen, parece que costea reformas en el altar.
Hoy la imagen, que es de vestir con el Niño en brazos, permanece en San Matías, sede de la hermandad en su última etapa, en un retablo barroco, fuera de las capillas de la iglesia, a la izquierda del altar mayor.

Información extraida del blog la Granada Eterna. Antonio Padial Bailón.

1 comentario:

  1. No sabéis cuanto me complace la creación de este grupo parroquial de Nuestra Señora de la Consolación, devoción tan ligada a la historia de nuestra Semana Santa antigua, propiciada por los gallegos y unida a la gran archicofradía de la Santa Vera Cruz. Virgen olvidada durante tantísimos años para el común de los granadinos, aunque después de la desaparición de su hermandad, tuvo siempre algunos devotos. Enhorabuena por resucitar sus cultos y os deseo un gran futuro unidos a Nuestra Madre.

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Este blog fué puesto en marcha el dia 15 de Agosto de 2013, Festividad de la Asunción de Nuestra Señora en Cuerpo y Alma a los Cielos.